Internacional

Inmigrantes en centros de detención de ICE denuncian hambre, alimentos podridos y peleas para comer

Mientras el Gobierno de Donald Trump intensifica los arrestos de inmigrantes, los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos enfrentan denuncias cada vez más alarmantes por las condiciones alimentarias que padecen los detenidos. Comidas servidas tarde, alimentos en mal estado, intoxicaciones y pérdida de peso son algunas de las situaciones reportadas en al menos siete estados, de acuerdo con testimonios de inmigrantes y organizaciones defensoras de derechos humanos.

Estas quejas se han vuelto más frecuentes en medio del hacinamiento que experimentan los centros, debido al aumento en las detenciones impulsadas por la administración Trump. ICE tenía cerca de 60,000 personas detenidas a mediados de junio, lo que representa un 45% más de su capacidad presupuestada por el Congreso.

Aunque muchos de estos centros son operados por empresas privadas, los problemas son generalizados, sin importar quién esté a cargo. Un exfuncionario de ICE explicó a NBC News que el sistema no está preparado para manejar aumentos repentinos de detenidos, lo que provoca escasez de alimentos o que las raciones sean insuficientes.

Alfredo Parada Calderón, inmigrante salvadoreño detenido desde hace casi un año en el centro Golden State Annex en California, relató que las porciones son mínimas y que la carne que se sirve parece “licuada”, sin sabor ni nutrientes suficientes. Otro testimonio, de Rubimar —esposa de un inmigrante deportado recientemente— denunció que en el centro de El Paso, Texas, a muchos les daban solo dos cucharadas de arroz por comida.

Jennifer Norris, directora del Immigrant Defenders Law Center, confirmó que ha recibido múltiples quejas de que los alimentos en los centros son incomibles e incluso mohosos. Esta situación ocurre mientras los detenidos tienen cada vez menos recursos para presentar quejas, debido al debilitamiento de mecanismos de supervisión dentro del Departamento de Seguridad Nacional.

«El sistema de detención en su conjunto está superpoblado», advirtió Vanessa Dojaquez-Torres, de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, reflejando una crisis humanitaria que pone en tela de juicio el trato que reciben los migrantes bajo custodia federal.

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